Comunidad católica de Bluefields celebra a su patrona pese a la represión: “El Rosario de Aurora sigue encendido”

La mañana de este martes, los feligreses católicos de Bluefields llevaron a cabo el tradicional Rezo del Santo Rosario de Aurora, en honor a Nuestra Señora del Rosario, patrona de la ciudad. La celebración cobra especial fuerza este año, pues ocurre bajo la sombra de una represión creciente del régimen Ortega-Murillo contra la Iglesia católica y la libertad religiosa.

Según un bando municipal firmado por el alcalde Gustavo Adolfo Castro Jo, el 7 de octubre fue declarado asunto remunerado para la ciudad de Bluefields, en ocasión de las festividades en honor a la patrona. El documento señala que tal disposición aplica a trabajadores del sector público y privado, con excepción de aquellas labores que no admiten interrupción. (Como figura en la imagen del bando municipal)

Persecución religiosa en aumento

El rezo se produce en un contexto de fuerte tensión entre la dictadura y la Iglesia. Varios informes recientes documentan persecución sistemática: cierre de ONG religiosas, congelamiento de cuentas e intimidación a sacerdotes, religiosos y fieles.

En octubre de 2025, la prensa nacional reportó que un informe titulado Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida? fue entregado al papa León XIV, con denuncias detalladas de acoso sistemático al clero nicaragüense.

Solo en perímetro de Catedral

Además, medios independientes han informado que las celebraciones religiosas en Bluefields han sido restringidas: en años recientes las festividades patronales se han tenido que llevar a cabo “intramuros” (dentro de las iglesias) por disposición oficial, lo que ha generado descontento entre los fieles.

Incluso se reporta que algunas parroquias sobreviven gracias al apoyo directo de la comunidad local, dado que muchas cuentas bancarias eclesiásticas fueron bloqueadas.

Voces de esperanza en medio del control

Pese a las restricciones, los católicos de Bluefields respondieron con devoción. Velas encendidas, cantos y plegarias iluminaron la madrugada en honor a su patrona. Para muchos fieles, este Rosario de Aurora es más que tradición: una afirmación de fe ante la opresión.

La Iglesia local ha dejado claro que esta forma de culto comunitario, aunque no acompañada de procesiones públicas sigue siendo una manifestación legítima de vida espiritual. Para los creyentes, seguir rezando, cantar y reunirse, aunque sea en los templos fortalece su resistencia silenciosa.

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