Las magistradas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua, Ellen Joy Lewin Downs, originaria de la Costa Caribe, y Yadira Centeno González, presentaron sus renuncias de forma simultánea alegando problemas de salud que, según argumentan, les impiden continuar en sus cargos. Ambas cartas de renuncia fueron enviadas el 18 de noviembre de 2025 al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Eduardo Porras Cortés.
Los documentos idénticos en su contenido, variando únicamente los nombres y firmas señalan que las magistradas necesitan “atención médica” y que sus condiciones de salud no les permiten cumplir “con la dedicación y compromiso que exige el cargo”.
Además, expresaron su agradecimiento por la oportunidad de servir en el sistema judicial y manifestaron su disposición a colaborar en una “entrega ordenada” para asegurar continuidad administrativa en el tribunal.

Un retiro en medio de una crisis de independencia judicial
La salida de Lewin y Centeno ocurre en un momento crítico para la justicia nicaragüense. Desde 2018, el Poder Judicial, y en particular la CSJ, ha sido señalado por organizaciones nacionales e internacionales debido a su falta de independencia, acusada de servir como respaldo legal en procesos de persecución política contra:
- opositores,
- periodistas,
- activistas,
- defensores de derechos humanos.
Posibles razones políticas detrás de la renuncia
Expertos consultados señalan que estas renuncias pueden estar relacionadas con una reconfiguración del sistema judicial impulsada por el régimen. Tras recientes reformas constitucionales, la Asamblea Nacional redujo la cantidad de magistrados y flexibilizó condiciones para futuros nombramientos, lo que ha despertado críticas por un supuesto interés de fortalecer el control partidario sobre el Poder Judicial.
Para sectores independientes, la salida de Centeno y Lewin no sería un simple retiro médico, sino parte de una estrategia de purga interna para colocar perfiles más alineados políticamente con el oficialismo.

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