Familia denuncia que la obligaron a parir normal a una joven indígena primeriza que acabó con su vida
Jasmina, una joven Miskita de 20 años, originaria de Karawala murió al dar a luz, en el hospital “ESCUELA” de Bluefields, donde les dijeron que murió por preeclampsia, pero en el acta de defunción señalan un shock hemorrágico clase 2 irreversible.
Hicieron que su hermana, que no hablaba español firmara un documento que no entendía.
Molestos y consternados se encuentra una familia originaria de la comunidad de Karawala, municipio de La Desembocadura de Río Grande, en el Caribe Sur, tras la inesperada muerte de la joven Leanny Jasmina López Santiago.
La familia Santiago, denuncia que Leanny murió a causa de negligencia médica, porque no le quisieron hacer la cesárea a tiempo, el ginecólogo Walter Miranda, orientó que todas las embarazadas del 16 de noviembre que estaban programadas iban a tener un parto normal, a pesar de que otro médico recomendó cesárea, sin embargo, Leanny estaba con problemas de presión alta.
“A eso de las 4:00 pm, la metieron a labor y parto, porque ya estaba con dolores, después de la 6:00 pm, salieron a decir que supuestamente le iban a hacer la cesárea, porque el niño según ellos venía grande, cuando siempre en los controles prenatales le aseguraban que era un bebé pequeño”
La metían a quirófano una y otra vez
“Hicieron sufrir demasiado a mi hermana, le advertimos al doctor que si algo le pasaba a mi hermana iba a ser culpa de él, cuando le dije eso me respondió de mala manera y se metió otra vez a labor y parto, ya después de las 7:00 pm, la llevaron a quirófano”
“Hicieron que mi otra hermana que no entiende bien español firmara un documento, la sorpresa fue que a las 12:00 am, dijeron que la iban a meter otra vez a quirófano”
Diagnósticos de un parto sin complicaciones
Después de media hora la trasladan a cuidados intensivos, porque tenía una hemorragia, luego simplemente a las 2:10 am, llaman a mi otra hermana que estaba ahí en el hospital y le dicen que Leanny murió, y que el bebé lo habían tenido que llevar a neonato, porque tenía complicaciones, el acta de defunción dice que falleció a las 1:50 am”, denunció Dervin Rodríguez Santiago.
“Mi hermana durante todo su control prenatal nunca presentó problemas, más bien los médicos decían que el bebé era de tamaño pequeño, pero no le daban un peso preciso”
Todo estaba bien
6 días antes de la fecha programada para el parto a ella la ingresaron al hospital y todo iba bien, desde un inicio al ver que ellos daban vueltas y vueltas, corriendo de un lado a otro
les dijimos que mejor le hicieran la cesárea, pero el médico Miranda quería que tuviera un parto normal, según ellos a mi hermana le dió preeclampsia, y en el acta de defunción señalan un shock hemorragico clase 2 irreversible.
La hicieron sufrir
realmente por el dolor que como familia sentíamos no nos dimos a la tarea de fijarnos si en verdad le hicieron la cesárea, ya cuando reaccionamos era tarde, porque ya la habíamos enterrado”, manifestó Rodríguez Santiago.
“Nosotros no creemos en la versión que dió ese ginecólogo, a mi hermana la hicieron sufrir demasiado, eso no es justo, como familia nos duele su muerte, porque es algo que se pudo haber evitado”
Especialistas en lavarse las manos
“Nosotros buscamos explicaciones en el SILAIS de Bluefields, y en la dirección del hospital y ellos solo se lavan las manos, diciendo que sienten lo que pasó, nos dimos cuenta que la muerte materna de mi hermana no fue reportada en el Minsa central, entonces decidimos enviar una carta a la Ministra de Salud, esperando que hagan algo”, dijo Dervin Rodríguez Santiago.
La señora Elvia Santiago Julian, mamá de la difunta, pide que el ginecólogo Walter Miranda, sea despido, porque considera que otras embarazadas no pueden seguir corriendo riesgo, no quiere que les pase lo mismo que a su hija.
Madre de la joven pide justicia
“yo lo único que pido es que lo corran, es la única manera en que pueden reparar el daño que le hicieron a mi hija” dice consternada Doña Elvira.
“Que le quiten su permiso para ejercer esa carrera, mi hija era una persona no un animal”, dijo la dolorida e inconsolable madre.
Hasta le echaron a la policía cuando exigieron explicación
A Dervin no le querían permitir entrar al hospital y además fue agredido por los guardas de seguridad que estaban de turno el día 16 de noviembre, a su vez dijo que le echaron a la policía, porque él quería explicaciones sobre la muerte de su hermana Leanny.
“El guarda de seguridad dijo que no había orden de la dirección de dejarme entrar al hospital, me patearon, me dieron con puños, me empujaron, negándome mi derecho como familia de pedir explicaciones y estar con mi hermana en ese momento difícil”, detalló Dervin.
“Como ya les había dicho que si algo le pasaba ellos me iban a tener que responder, porque yo soy abogado y conozco de leyes, entonces por eso no me querían dejar entrar al hospital, un lugar público que a nadie se le debe de negar el ingreso, más aún en la condición en la que estábamos nosotros”, expresó Dervin.
Hay temor en las embarazadas
Leanny era una joven activa, colaboraba con el Ministerio de Salud, en las brigadas médicas que se hacían en el municipio de La Desembocadura de Río Grande, estaba muy ilusionada con su nueva etapa de madre.
Luego de la muerte de Leanny, las otras embarazadas de La Desembocadura de Río Grande, tienen miedo de ir al hospital de Bluefields, porque temen que les ocurra lo mismo, señaló la familia Santiago.
¿Cómo penalizan estas negligencias?
A pesar de que este lamentable hecho ocurrió hace mas de 20 días, se esperó la versión la versión de la directora del Hospital Aránzazu Arana, de la directora del SILAIS Yaneth López y la del ginecólogo Walter Miranda, pero ninguno quiso responder, dejando en visto nuestros mensajes.
En Nicaragua aún no existe ninguna ley que regule la violencia obstétrica, desde el 2018, se mantiene engavetada una propuesta de Ley del Nacimiento Humanizado que propone entre uno a tres años de prisión a quien violente el protocolo de atención a las embarazadas, sin embargo, estos casos pueden ser conocidos y tramitados en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para garantizar la vida de las mujeres embarazadas en riesgo.
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