Don Rolando Domínguez, cariñosamente conocido como “El Zorro”, es un hombre que personifica la resiliencia.
A pesar de perder una pierna debido a la diabetes, Rolando se niega a rendirse.
Cada mañana, junto a su hija Ewuany, recorre las calles principales de la ciudad ofreciendo un manjar que se ha convertido en favorito de muchos: los “pajaritos”, unas deliciosas empanadas de carne hechas con dedicación y cariño.
Hace décadas, Rolando era el alma de las fiestas en el barrio Teodoro Martínez. Como propietario del icónico “Soda Palace”, marcó una época dorada para los jóvenes blufileños, que se reunían allí los fines de semana para las célebres “fiestas coca coladas”. Este centro de diversión fue un pilar en la vida social de generaciones pasadas, un lugar donde nacieron amistades, amores y recuerdos imborrables.
Hoy, su vida ha cambiado, pero no su espíritu
Con la ayuda incondicional de Ewuany, quien siempre ha estado a su lado, prepara con esmero la masa y rellena los pajaritos que venden diariamente.
Ella empuja su silla de ruedas mientras juntos ofrecen estos bocados en las calles y abastecen pulperías con versiones más pequeñas, ideales para la venta al por mayor.
Además, hacen tallarines caseros, otra delicia que lleva el sello de esta familia emprendedora.
Su pasado como anfitrión de risas y alegrías en el Soda Palace vive en los corazones de quienes alguna vez cruzamos sus puertas, y su presente nos enseña que la adversidad puede enfrentarse con dignidad y trabajo duro.
Herencia de la cultura China en el Caribe
Si desea probar estos exquisitos pajaritos o tallarines, puede encontrarlos en las calles o hacer pedidos al 82 16 01 82.
Estos pajaritos y los tallarines naturales, al igual que el tradicional shapsiu, evocan la herencia de la cultura china en nuestra región caribeña. Son exquisitos bocados elaborados a base de harina, rellenos con una sabrosa mezcla de carne, que se enrollan y cocinan cuidadosamente hasta alcanzar una textura perfecta: suaves por dentro y crujientes por fuera.
Apoyar a Rolando y Ewuany es mucho más que comprar comida; es ser parte de una historia que nos recuerda el valor de la perseverancia y del pasado y presente en nuestro Bluefields.
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