Tiene 89 años y realizó trabajos muy pesados y difíciles, para poder sobrevivir, sin embargo, hace cuatro años, quedo convaleciente cuando un motociclista lo atropelló, el no es de estar postrado en una cama, y cada día recorre las calles de Bluefields en busca de caridad.
Gabriel Jarquín Álvarez, el octogenario abuelo que, nació en El Rama, Caribe Sur, hace 89 años. El 19 de este mes de marzo, será su cumpleaños.
Su mamá lo trajo a Bluefields, a los tres días de nacido, porque, su abuelita estaba ingresada en el entonces Hospital San Pablo. Por esa razón, fue bautizado en esta ciudad.
Hizo trabajos muy pesados y difíciles, para poder sobrevivir. Casi toda su vida, trabajó para el Samil, empresa tumbadora y acopiadora de madera, en lo que entonces se conocía como la Costa Atlántica de Nicaragua.
Fue así que, estuvo trabajando en lo que hoy es el Municipio Santo Domingo Departamento de Chontales, donde procreó a sus dos únicos hijos, ambos varones. Sólo le sobrevive uno de ellos. El otro, falleció ahogado en el río, a los seis años de edad.
Trabajó en carpintería y en albañilería, Pero, su fuerte, era sacar las trozas de caoba cortadas, en esas montañas.
Hace cuatro años, un motociclista lo atropelló en la esquina de Radio Zelaya. Admite que fue por su propia imprudencia, pero, la moto circulaba sin placa y el conductor se desapareció, nunca dio la cara.
Como consecuencia de esos golpes, desde ese día del accidente, sufre de fuertes dolores en la cadera, el muslo y las rodillas. Pero él, no se queda postrado, camina por las calles centrales de Bluefields, recibe una que otra monedita de algún transeúnte o un poquito de comida, para su almuerzo.
Vive en el Barrio Pancasán, con sobrinos que, lo tratan muy bien, según el abuelo Gabriel Jarquín Álvarez.
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Cada uno de nosotros debemos reconocer el valor de las personas de la tercera edad y sensibilizarnos sobre la importancia de proteger y colaborar con nuestros ancianos en los problemas que se enfrentan.