“Si vas a una estación de policial lo primero que te dicen es: ¿Tiene prueba? ¿Le hizo algo? ¿La tocó? y si no podés contestar, no te atienden”
El acoso callejero es un delito y una agresión contra las mujeres que se denuncia poco, pero se manifiesta bastante, en los últimos años, el Caribe nicaragüense continúa siendo inseguro para las mujeres al registrar altos índices de femicidios.
La psicóloga Darling Taysigua, señala que el acoso es el primer paso para el femicidio, porque es aquí donde el acosador “vigila” a la víctima, mide su tiempo, lugares por donde se desplaza y su vulnerabilidad, situación que empeora por la desatención de las autoridades.
Denunciar es una perdida de tiempo
“Si vas a una estación de policial lo primero que te dicen es: ¿Tiene prueba del acoso? ¿Le hizo algo? ¿La tocó? y si no podés contestar esas preguntas, no te atienden” señala.
“Este comportamiento de la autoridad desmotiva la denuncia y origina que las mujeres no denuncien al omitir su responsabilidad ante este delito”
“No olvidemos que, si la víctima es una menor de edad, esa una relación de poder desigual, y esto se convierte en una alerta de peligro inminente, es una alerta de una acción violenta que puede llegar al femicidio”, reiteró la especialista.
Crecen quejas, pero no denuncias
En Bluefields, las quejas han aumentado según madres de familias, pero no todas llegan a denunciarlo y estos acosos callejeros son de hombres adultos y jóvenes en la mayoría de los grupos de hombres que consumen drogas y que permanecen en las esquinas de las calles, en mercados, parques y otros lugares de la ciudad.
Ofelia Bermúdez, habitante del barrio “19 de julio” señala “la policía actúa solo está esperando que estos sin oficio abusen de una menor para actuar, cuando ya el daño está hecho, todos esos borrachos y drogos, cada vez que pasan las niñas las enamoran, y a veces hasta hacen el intento por tocarlas”
“Yo le digo a mi hija que cada vez que ellos le digan algo, que ella me diga a mí para ponerlos en su lugar, porque aquí pareciera que no hay autoridades, uno les dice y no hacen caso”
Poca sensibilidad
Para la psicóloga hay poca sensibilización de las autoridades, porque las denuncias no son entendidas y a veces las obligan a mediar, una estrategia de la policía para llegar a un “acuerdo” simulando la solución del problema.
Sin embargo, en estos casos la “mediación” es una ventaja para el acosador “La mediación afecta porque un acosador no dejará de hostigar a la víctima solo por decir frente a un policía que ya no lo volverá a hacer”
La especialista recomienda a los tutores de las víctimas no permitir la mediación y hacer valer el derecho de las mujeres a vivir en libertad.
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