Nuestro Caribe Norte, el mosaico multicultural de Nicaragua en resistencia

Un territorio autónomo que desafía la homogeneización nacional

La Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) representa uno de los enclaves más fascinantes y complejos de Nicaragua: un vasto territorio que alberga la mayor diversidad étnica del país y que, desde 1987, mantiene una lucha constante por preservar su identidad frente a las presiones del poder central.

Con una extensión de 33,106 km² la región más grande de Nicaragua y una de las mayores divisiones subnacionales de Centroamérica, la RACCN no es solo un accidente geográfico: es el corazón pulsante de una resistencia cultural que se remonta a siglos de colonización.

Los Orígenes de la Autonomía

El 30 de octubre de 1987 marcó un hito en la historia nicaragüense cuando se promulgó el Estatuto de Autonomía que creó la RACCN tras la desarticulación del antiguo Departamento de Zelaya. Esta decisión respondió a demandas históricas de los pueblos indígenas y afrodescendientes, estableciendo un régimen político único con Consejos Regionales, reconocimiento oficial de lenguas autóctonas y administración descentralizada.

La capital regional, Puerto Cabezas conocida como Bilwi en lengua miskita, que significa “hoja de serpiente” fue elevada al rango de ciudad el 15 de abril de 1929, transformándose desde una aldea miskita hasta convertirse en el centro neurálgico de esta compleja región multicultural.

Un Territorio de Riquezas Naturales

La geografía de la RACCN es tan diversa como su población. Ríos imponentes como el Coco atraviesan bosques vírgenes, humedales y sabanas tropicales que albergan una biodiversidad única. La región incluye joyas naturales como la Reserva de Biosfera Bosawás y los pristinos Cayos Miskitos.

Esta riqueza natural se traduce en tres pilares económicos fundamentales: Minería aurífera, concentrada principalmente en Bonanza y Rosita, que genera importantes ingresos, pero también conflictos ambientales.

Pesca y crustáceos, actividad ancestral que sustenta las comunidades costeras y ribereñas.

Ecoturismo, un sector emergente que aprovecha las reservas naturales y la riqueza cultural regional.

El Rostro Multiétnico de la RACCN

Según estimaciones de 2021, los 552,022 habitantes de la RACCN conforman un mosaico étnico único en Nicaragua:

  • Miskitos: 72.3% de la población regional
  • Mestizos: 21.7%
  • Creoles (afrodescendientes anglófonos): 5.7%
  • Mayangnas (Sumo): 0.3%

Esta diversidad coloca a la RACCN como el territorio donde los pueblos indígenas y afrodescendientes representan casi el 8.2% de la población nacional, una concentración demográfica sin paralelo en el resto del país.

Los mayangnas, aunque representan el grupo minoritario, mantienen una presencia ancestral significativa con cerca de 20,000 personas distribuidas en territorios que se extienden entre ambas regiones autónomas del Caribe nicaragüense.

Voces de Resistencia: Liderazgos Indígenas Bajo Presión

La autonomía regional no ha estado exenta de tensiones con el gobierno central. Diversos líderes indígenas han emergido como voces críticas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, enfrentando represión por defender sus territorios ancestrales y derechos autonómicos.

Brooklyn Rivera Bryan: La Lucha Parlamentaria Truncada

Líder miskito histórico, Rivera fue figura clave de la milicia indígena MISURASATA y posteriormente diputado de la Asamblea Nacional. Su trayectoria política se vio truncada cuando el régimen canceló el partido YATAMA, cerrando uno de los últimos canales de participación indígena en el sistema político nacional. Rivera ha denunciado detenciones arbitrarias y la violación sistemática del autogobierno indígena.

Steadman Fagoth Müller: El Ambientalista Silenciado

Ex combatiente de la resistencia indígena y fundador de organizaciones como MISURA, KISAN y YATAMA, Fagoth Müller se destacó en años recientes por sus denuncias sobre la invasión de colonos armados y la devastación de la Reserva Bosawás. Sus advertencias sobre la posible desaparición de las etnias miskita y mayangna en 15 años por las agresiones territoriales le costaron la detención por parte del régimen.

Marcela Inés Posta Simons: El Rostro de la Represión Local

Concejala municipal por YATAMA, Posta Simons ejemplifica la violencia que enfrentan los líderes locales. En 2019 sobrevivió a un intento de asesinato perpetrado por simpatizantes sandinistas que le fracturaron un brazo y le causaron graves heridas en un ojo, acompañado de amenazas de muerte explícitas. Su caso ilustra la vulnerabilidad de las mujeres líderes indígenas.

Nancy Henríquez James, en la cárcel por oponerse al regimen

Nancy Henríquez James, abogada y destacada líder indígena miskita del Caribe Norte de Nicaragua, ha dedicado su vida a la defensa de los derechos de su pueblo y, en particular, de las mujeres indígenas. Desde su infancia, en la década de 1980, vivió de cerca la represión estatal contra las comunidades de la Costa Caribe, lo que marcó su compromiso político y social. En 1992 fundó la Asociación de Mujeres Indígenas de la Costa Caribe (AMICA), una de las primeras organizaciones en la región enfocada en la igualdad de género y la promoción de los derechos colectivos de los pueblos originarios.

Su trayectoria política comenzó con un hecho histórico: en 1994 se convirtió en la primera mujer en asumir la alcaldía de Puerto Cabezas, representando un avance significativo para la participación de las mujeres indígenas en espacios de poder. Posteriormente, se desempeñó como diputada suplente por el partido indígena Yatama, desde donde impulsó iniciativas en defensa de la autonomía regional y el reconocimiento de los derechos de las comunidades del Caribe nicaragüense.

A nivel internacional, Henríquez fue una voz activa en foros y plataformas globales, como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, donde expuso las problemáticas históricas que enfrentan las comunidades miskitas, entre ellas el despojo territorial, la discriminación y la violencia de género. Su liderazgo trascendió fronteras, convirtiéndose en un referente de la lucha indígena y en un símbolo de resistencia para muchas mujeres de la región.

En 2023, su labor fue abruptamente interrumpida cuando la dictadura Ortega-Murillo la arrestó y condenó a ocho años de prisión por cargos fabricados de “propagación de noticias falsas” y “menoscabo a la integridad nacional”. Actualmente permanece recluida en la cárcel “La Esperanza”, en condiciones denunciadas como violatorias a los derechos humanos, mientras organismos internacionales exigen su liberación. Su caso se ha convertido en un ejemplo emblemático de la criminalización de líderes indígenas y defensores de derechos en Nicaragua.

Desafíos y Perspectivas

La RACCN enfrenta desafíos estructurales que van más allá de la represión política: infraestructura deficiente, baja densidad poblacional, marginación histórica y presiones sobre sus recursos naturales. Sin embargo, su fortaleza radica en una riqueza cultural y natural sin igual en Nicaragua.

La región representa un espacio vivo de resistencia cultural donde la lucha política se entrelaza con la defensa de tradiciones milenarias. Su autonomía, reconocida constitucionalmente, se traduce en políticas propias, educación con identidad y gobernanza plural, aunque constantemente amenazada.

Un Legado de Resistencia

Desde exguerrilleros convertidos en actores políticos hasta campesinas que enfrentaron atropellos brutales, los líderes de la RACCN convergen en una demanda común: la defensa de su identidad, derechos y territorios frente a un Estado que históricamente los ha relegado o criminalizado.

Su lucha trasciende lo político para convertirse en testimonio de resiliencia y dignidad. La RACCN no es solo una división administrativa: es la expresión territorial de la Nicaragua diversa, multicultural y resistente que desafía las narrativas homogeneizadoras del poder central.

En un país donde las voces disidentes enfrentan creciente represión, la resistencia indígena de la Costa Caribe Norte se mantiene como bastión de una democracia plural que, pese a las adversidades, se niega a desaparecer.

LEER TAMBIÉN La RACCS: Un territorio de riqueza cultural, desigualdad histórica y resiliencia