Un escalofriante caso de violencia sexual ha conmocionado a la comunidad de Waspam, en la Costa Caribe Norte de Nicaragua. Un hombre de apellidos Alaniz Mayorga está siendo procesado por presuntamente violar a su hija de manera reiterada durante 13 años, desde que la víctima tenía apenas 11 años.
Los hechos, que iniciaron en 2011, ocurrieron en una zona rural del municipio de Waspam. Según la acusación presentada por la fiscalía, Alaniz Mayorga trasladaba a la menor a predios montosos bajo el engaño de cortar verduras, donde la agredía sexualmente. Para asegurar su silencio, el acusado la amenazaba con matarla si le contaba a alguien, incluyendo a su madre.
Como consecuencia de los abusos, la víctima quedó embarazada en dos ocasiones y dio a luz a dos niñas. Incluso después del nacimiento de la primera bebé, el acusado utilizó a la menor como herramienta de chantaje, amenazando con quitársela si no continuaba sometiéndose a los abusos.
En 2023, la víctima intentó escapar, pero Alaniz Mayorga la encontró y la agredió físicamente, hiriéndola con un machete en un dedo de la mano y en la pierna izquierda. “Si no regresas esta misma noche, te voy a quitar a la niña”, le dijo en tono amenazante.
En mayo de 2024, la víctima volvió a intentar huir, pero el acusado la amenazó con acabar con la vida de su madre, hermanas e hijas si no regresaba. Aunque la joven retornó a la vivienda, el caso finalmente salió a la luz, permitiendo que las autoridades intervinieran.
Este desgarrador caso ha generado indignación en la comunidad y ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección para las víctimas de violencia sexual, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la justicia puede ser limitado.
Ahora, Alaniz Mayorga enfrenta cargos por los delitos cometidos, mientras la víctima y sus hijas reciben apoyo para superar el trauma vivido.
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