“El joven que soñó con una librería donde no había ninguna”

Historias que inspiran desde el Caribe Sur

En la comunidad El Bluff, a pocos kilómetros del bullicio de Bluefields, un joven de mirada serena y convicción firme decidió cambiar su destino y el de su pueblo con una idea tan sencilla como poderosa: abrir una librería donde no existía ninguna.

Valerio Isael Orellana Rodríguez tenía apenas 23 años cuando, sin trabajo y con más sueños que recursos, pensó: “Si no hay oportunidades, las crearé.”

Era 2021. La pandemia aún dejaba su sombra y muchos jóvenes migraban en busca de empleo. Pero Valerio, con su espíritu inquieto, prefirió quedarse y construir algo que sirviera a los suyos.

Comenzó con lo básico: una impresora, unos cuadernos, una mesa prestada. Así nació “Impresiones y Librería Orellana Rodríguez”, hoy punto de referencia en El Bluff.

Con el tiempo, su negocio creció hasta ofrecer servicios de fotocopias, recargas telefónicas, impresiones, atención de agentes Banpro y hasta una pequeña licorería un experimento que, dice entre risas, “también forma parte del aprendizaje”.

Pero detrás de cada logro hay sacrificios silenciosos. Valerio confiesa que ha tenido que privarse de muchos gustos, invertir cada ahorro, y aprender de los errores que solo el trabajo constante enseña. “Nada ha sido fácil dice, pero todo ha valido la pena. Lo más bonito es ver cómo la gente de mi comunidad confía en nosotros y encuentra aquí lo que antes debía buscar lejos.”

Además de emprendedor, Valerio es docente. Sus días comienzan temprano y terminan tarde, entre cuadernos, clases y la atención a sus clientes. Su meta no es enriquecerse, sino ver florecer una comunidad productiva, donde los jóvenes puedan trabajar y soñar sin tener que irse.

Hoy tres personas dependen directamente de su negocio entre ellas su hermana y varios estudiantes del centro tecnológico INATEC realizan allí sus prácticas. “Eso me llena de orgullo dice, porque siento que mi esfuerzo también abre puertas para otros.”

Su mensaje a los jóvenes es claro:

“No tengan miedo a emprender. Es duro, pero posible. No se necesita tener mucho, sino creer en lo que uno puede hacer. Y, sobre todo, no olvidarse de Dios: Él es quien da la fuerza, la salud y la inteligencia para salir adelante.”

En una comunidad donde la falta de empleo es una realidad diaria, Valerio Orellana representa esa nueva generación de caribeños que no esperan que el cambio llegue: lo construyen, con fe, disciplina y amor por su tierra.

Y cuando alguien pasa por El Bluff y pregunta por la librería, siempre hay alguien que responde con orgullo:

Vaya donde Valerio. Ese muchacho sí sabe luchar por su comunidad.

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