El cuerpo sin vida de la joven Erika Rivera García de 21 años de edad, ya fue recuperado esta tarde.
La joven es una de las víctimas mortales del accidente acuático de una panga del Ministerio de Salud en la zona de Punta Fusil, municipio de Laguna de Perlas, Caribe Sur.
La panga en la que se transportaba se hundió y luego se dio una vuelta de campana, quedando todos los pasajeros (pacientes, una doctora, acompañantes de los pacientes y el panguero) en el agua, el hecho se registró el pasado miércoles 22 de marzo.
16 personas iban en la embarcación
Al momento de la tragedia se reportaron dos desaparecidos: la señora Leonsa García Ruíz de 74 años, tiempo después fue encontrada sin vida y la segunda la joven Erika Rivera García, su cuerpo fue localizado hasta hoy viernes 24 de marzo.
Rescate a una milla del accidente
Una persona que viajaba por la zona informó que observaron el cuerpo flotar, minutos después llegó la Naval y se llevaron el cadáver, el hallazgo fue a una milla aproximadamente de donde fue el accidente acuático.
A la hora del accidente nadie llevaba chaleco salvavidas puesto, según informó Aura Lila Espinoza, una de las sobrevivientes del accidente.
Además mencionó que la panga iba dando fallas, posterior empezó a hundirse por la parte de atrás, “el panguero Nicolás Sevilla Suazo nos dijo que nos fuéramos para la parte de adelante pero la panga se hundió, nadie tenía chaleco puesto”, resaltó Espinoza.
Sugeyling Mejía León, también sobreviviente relató a este medio de comunicación que cuando la panga salió de El Tortuguero todos iban sin chaleco salvavidas:
“Lamentablemente dos personas fallecieron, todo fue muy rápido, la panga se estaba hundiendo por la parte de atrás, cuando ya estábamos en el agua el panguero dijo que se le había quebrado una pieza, entonces empezó a dar salvavidas a unas cuantas personas porque no habían muchos“, dijo Mejía, quien venía como acompañante de una de las pacientes.
La panga en mención tenía por destino Bluefields, puesto que dichos pacientes y acompañantes iban hacia el Hospital Escuela Ernesto Sequeira Blanco, sin imaginar la traumática experiencia que les tocaría vivir.