La muralla indispensable ante la crisis de fondos internacionales para el VIH, es la prevención

La reducción de fondos para combatir el VIH SIDA amenaza con provocar 4 millones de muertes hasta 2029

¿Cuáles otras alternativas quedan para evitar el desastre?

El joven nicaragüense de 22 años a quien llamaremos Randoll, expresó su enorme preocupación frente a la posibilidad de escasez o interrupción del tratamiento contra el VIH-SIDA. “Solo de pensarlo me da terror”,  

“Tengo dos años de estar con el TAR (tratamiento anti retroviral). He sentido el cambio desde que inicié el tratamiento porque literalmente sentía que me estaba muriendo. Yo era un chavalo normal que me divertía y aunque si tuve algunos excesos con el alcohol y algunas sustancias, no había nada fuera de este mundo. Hasta que llegaron esos días. Tenía diarrea y falta de hambre que no cesaban con los medicamentos, mi estado de ánimo se cayó, no quería nada. Un amigo me recomendó hacerme la prueba del VIH y salió lo que nunca imaginé que enfrentaría”.

Existe mucha preocupación entre pacientes con tratamiento contra el VIH/SIDA, pues el panorama global de la lucha contra el VIH/SIDA se enfrenta a una encrucijada crítica. Según el último informe del secretario general de las Naciones Unidas (abril 2025), la interrupción abrupta de fondos internacionales, específicamente de programas como el Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA (PEPFAR) de Estados Unidos, amenaza con desencadenar una catástrofe humanitaria. De volverse permanentes estos recortes, ONUSIDA proyecta 4 millones de muertes adicionales y 6 millones de nuevos contagios en adultos para el año 2029.

Ante esta fragilidad financiera, la prevención y el diagnóstico temprano dejan de ser opciones para convertirse en la única estrategia viable para sostener la respuesta sanitaria, especialmente en regiones como América Latina, donde los casos continúan en aumento.

En este caso, Nicaragua es uno de los países más vulnerables de América Latina, pues depende en gran medida de los recursos internacionales para mantener la lucha y el tratamiento contra el VIH/ SIDA, mientras Costa Rica que ya depende de sus propios fondos, comenzó a implementar la prueba rápida como un método de detección temprana, se considera que existe un gran vacío en términos de campañas de prevención.

El doctor Rodolfo Ibarra quien trabajó en el área de prevención del VIH en el Ministerio de Salud de Estelí, Nicaragua, explicó que en los últimos años, Nicaragua ha visto un aumento en los casos de VIH/SIDA.

Una de las organizaciones (que trabaja bajo anonimato por temor a represalias) que trabajan de forma independiente el tema del VIH en Nicaragua, indica que según información interna del Ministerio de Salud, se han confirmado más de 900 nuevos casos de enero hasta septiembre de 2025 con los que suman casi 14 mil personas con VIH en el país.

Hay unas 8 mil 100 nicaragüenses con tratamiento (TAR), más de 6 mil en TAR con carga viral suprimida y unas 3 mil personas en Tar con carga viral indetectable y en lo que va del año, más de 700 personas iniciaron el tratamiento por primera vez.

Otro dato relevante es que desde 2018 a 2022 han fallecido en Nicaragua 992 personas, según datos del Mapa del Ministerio de Salud que ya no está disponible por la censura de datos oficiales del Estado de Nicaragua.

El Rostro de la Detección Tardía: El Testimonio de “Antony”

La importancia de la prevención se refleja en historias como la de Antony, un joven costarricense de 28 años. Su caso ilustra el desgaste físico y emocional de un diagnóstico que llega cuando el sistema inmunitario ya está comprometido.

Antony experimentó una pérdida de peso drástica (de 80 kilos que pesaba bajó a 67 kilos), fatiga extrema, lesiones cutáneas conocidas como “condición cristal” y, finalmente, una tuberculosis obstructiva que requirió cirugía de emergencia para salvar su vida.

“Mi sistema inmunitario estaba en 19 linfocitos CD4; lo ideal es tener más de 500. El cuerpo queda totalmente expuesto”, relata Antony. Su experiencia subraya que, aunque el tratamiento antirretroviral (TAR) es efectivo, el proceso de recuperación es “lento y doloroso”.

La Realidad en Centroamérica: Nicaragua y Costa Rica

El contraste entre ambos países muestra los desafíos de la región:

  • Costa Rica: Registra una tasa de 8.7 casos por cada 100,000 habitantes en 2025, detectando un promedio de 18 nuevos casos por semana. El país ha apostado por la innovación con la implementación de la Autoprueba de VIH, una herramienta que en septiembre de 2025 permitió identificar 29 casos positivos de forma privada y oportuna.

  • Nicaragua: Enfrenta un escenario más complejo con un notable subregistro y desabastecimiento de medicamentos incluso en farmacias privadas. El Doctor Rodolfo Ibarra advierte que los diagnósticos suelen ser tardíos, realizándose principalmente en embarazadas o pacientes quirúrgicos para cumplir con cuotas de donantes, perdiendo la oportunidad de una búsqueda activa en poblaciones jóvenes y universitarias.

“Cómo es sabido el mayor número de pacientes con VIH están en los hombres que tienen sexo con hombres, las mujeres trans y le siguen las trabajadoras sexuales. Pero hay un gran subregistro.  Para ser realistas si no estás embarazada no te hacen la prueba del VIH, o si no vas encaminado a un quirófano. Ahí nos hacemos la pregunta ¿qué pasa si tomamos una muestra en las universidades públicas? agregó el doctor”

Prevención: Más que un discurso, una necesidad de supervivencia

Expertos y pacientes coinciden en que la educación y el acceso a métodos preventivos como el uso de preservativos y una campaña de prevención son fundamentales para enfrentar la crisis. El Doctor  Ibarra señala que la mayor barrera no es solo la escasez de recursos, sino la falta de educación y responsabilidad individual.

Estrategias clave de prevención y mitigación:

  1. Autopruebas: Facilitan la detección sin el estigma de asistir a un centro médico, permitiendo iniciar el tratamiento antes de que aparezcan infecciones oportunistas como la tuberculosis.

  1. Educación y Valores: Fomentar la responsabilidad personal y el respeto propio como herramientas de autocuidado.

  1. Apoyo Familiar: Según el testimonio de Antony, el círculo familiar es el principal antídoto contra la depresión y contra el riesgo de suicidio, factores que a menudo interrumpen el tratamiento. “Creo que después de conocer ese tipo de noticia, el gran riesgo es el rechazo de la familia y ahí donde viene la causa de la depresión, la ansiedad, el suicidio y muchas cosas. Cuando la familia lo rechaza, la sociedad lo discrimina. Pero el punto es la familia. Y gracias a ellos hasta la fecha de hoy lo que es decir que mi familia, mis papás y mis hermanos me han apoyado mucho. Ese es el punto importante porque en un corto tiempo de 2 años eso a mí me ayudó a levantarme mucho”, confió Antony

El riesgo del desabastecimiento

El temor constante de los pacientes es el fallo en el suministro de retrovirales. En Costa Rica, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) garantiza el tratamiento, pero en Nicaragua, el 25% del financiamiento depende del Fondo Mundial, cuya continuidad es incierta. La interrupción del TAR no solo eleva la carga viral, sino que genera resistencia a medicamentos, complicando cualquier intento futuro de control de la enfermedad.

“Si se interrumpe el tratamiento antirretroviral (TAR), pueden ocurrir varios efectos adversos. En primer lugar, el virus puede comenzar a replicarse nuevamente, aumentando la carga viral y debilitando el sistema inmunológico. Esto puede llevar a la progresión de la infección y a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades oportunistas. Además, la interrupción puede llevar a la resistencia a los medicamentos, lo que complica futuros tratamientos reiteró el doctor Rodolfo Ibarra”

La meta de poner fin al SIDA como amenaza de salud pública para 2030 parece alejarse. Sin una inversión sostenida en prevención y sin un compromiso estatal que supla los recortes internacionales, el costo humano será, literalmente, de millones de vidas, en algo en lo que los diferentes sectores deben poner mayor énfasis para evitar la catástrofe.

Esta publicación se logró con el auspicio del Fondo para Iniciativas Locales de la embajada de Canadá para Costa Rica, Nicaragua y Honduras.

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