Este jueves 5 de septiembre un grupo de 135 presos políticos desterrados por el régimen de Ortega llegó a Guatemala tras una negociación entre Nicaragua y Estados Unidos.
Las víctimas están siendo atendidas por personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Cancillería guatemalteca y la Cruz Roja Internacional.
El gobierno de Guatemala ha habilitado una línea telefónica para que los desterrados puedan comunicarse con sus familias. A su llegada, se observó que la mayoría de los exiliados lucen delgados, muchos con alteraciones nerviosas, confundidos, mientras que otros celebraban con alegría su libertad, gritando vivas y expresando su esperanza en el destierro.
A todos los desterrados se les ha otorgado un pasaporte. Aunque aún no se ha dado a conocer la lista completa de los repatriados, se mencionan entre ellos al periodista Víctor Ticay, al líder indígena Brooklyn Rivera, al profesor Freddy Quezada, así como a delegados de la palabra, personal de las pastorales católicas y 13 pastores evangélicos de la comunidad Puerta de la Montaña.
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