Las labores de limpieza y escombreo de la mina El Quemado, donde murieron recientemente tres personas de las seis aterradas por un inesperado derrumbe, son inciertas.
El centro de trabajo de doscientos obreros, oriundos de los municipios de Somotillo y Villanueva, está cerrado temporalmente.
El pasado tres de mayo, en horas del mediodía, una inmensa masa de tierra se vino abajo, cuando un bloque de mineros desarrollaba trabajos en los túneles de la mina que está siendo explotada para extracción de metales preciosos, como el oro.
Tres mineros murieron soterrados
Eduardo Benavides (38), Jairo José Escalante (20) y Melvin Mairena (30), fueron las víctimas de la avalancha de tierra que les enterró vivos.
Mientras que los primeros heridos fueron rescatados con vida y se encuentran en buen estado de salud, pero con secuelas psicológicas tras la tragedia.
Sobreviviente de la tragedia cuenta lo vivido en la mina
Uno de los sobrevivientes relató que antes de entrar miro el peligro y tuvo temor.
“Miré caer tierra de arriba luego me cayó una piedra grande en el casco y dije ‘hasta aquí no más, ya no sigo’, y me quedé recostado al paredón”.
“Cuando de pronto me vi aterrado hasta el cuello y el que iba delante de mí quedó acostado agarrándome del tobillo del pie, pero murió asfixiado” terminó diciendo.
Se conoció que en ninguno de los tres casos las familias de los fallecidos recibió indemnización ni cobertura para los gastos fúnebres.
El último momento
El mozo José Ramírez, se encontraba en el primer turno de trabajo el día de la tragedia.
Ramírez rememora los momentos previos a la tragedia: “Cuando se desmoronó había seis compañeros adentro”.
“Tenían tiempo de trabajar en los pozos pero se confiaron de su experiencia”
“Todos sabemos que una vez que hay derrumbe sólo quedan ocho minutos de oxígeno para conservar la vida y ellos ignoraron el mal tiempo”, enfatizó Ramirez.
Desprendimientos de tierra en la mina avizoraron la tragedia
Ramírez asegura que desde el turno de la mañana (el día del accidente) hubo pequeños desprendimientos de tierra y piedras que caían sobre los cascos de trabajo de los obreros, situación irregular que fue advertida a la cuadrilla que les sustituiría.
Pero el peligro fue minimizado por quienes tomaban decisiones de detener los trabajos de rutina.
Un trabajador de la mina detalló que cada grupo lo componen 30 personas que cavan en un espacio de seis metros.
Dichos trabajadores deben soportar el calor intenso y respirar gases tóxicos, mezclados con oxígeno, hasta por 12 horas que puede durar un turno de trabajo.
Estos lugares no cuentan con ventilador ni con bomba de extraer agua.
Un peligro latente
“Como villanovenses lamentamos esta tragedia que se dio en un contexto cuando estos hermanos andaban buscando el sustento diario para su familia”.
Por el momento la mina está cerrada confirmaron los vecinos, asegurando que no hay ambiente para trabajar debido a las malas condiciones del terreno y las lluvias.
El Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) tiene reportada esta zona como de alta vulnerabilidad ante el riesgo de hundimientos o derrumbes.
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La mina ‘El Quemado’ ubicada a 283 kilómetros al noroeste de Managua.
Es manejada por 108 socios, igual número de mozos, fiscales, jefe de grupo, responsable de pozo y los ‘arrimados’ le dicen a los ‘güiriseros’ que llegan en busca de trabajo.