Los trató y ayudó como si fueran sus propios hijos
La señora Reyna Eduarda Téllez Bermúdez, una mujer de 69 años, les dio techo, comida y trabajo en su finca ubicada cercee del poblado de la Unión, salida a la comarca “El Chacalín” en Nueva Guinea, Costa Caribe Sur de Nicaragua.
Los trató como a sus propios hijos, pero su confianza fue pagada con la peor crueldad: sus sobrinos políticos la emboscaron, la asesinaron a pedradas y huyeron con 100 mil córdobas que le robaron.
El 22 de febrero, Reyna salió hacia su finca, sin sospechar que Nelson Antonio Mondoy Sequeira y José Bismarck Ordóñez, junto a su primo Delvin Alexander Duarte (prófugo), ya habían planeado su muerte.
Según las investigaciones, Nelson fue el autor intelectual: convenció a los demás, distribuyó roles y la esperaron en el camino de regreso para atacarla con saña.
Tras golpearla hasta la muerte, arrastraron su cuerpo hasta un riachuelo y huyeron con el dinero. Mientras Nelson y Delvin ejecutaban el crimen, José permaneció en la finca como vigía.
Ante la jueza Martha Irene Reyes, los acusados confesaron el horrendo crimen. La sentencia fue contundente: 29 años de prisión (25 por asesinato agravado y 4 por robo). Sin embargo, la familia aún espera justicia para Delvin Duarte, quien sigue prófugo.

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