Pese a que hace unas semanas el MINSA entrego carnet, en realidad son muy pocos los conductores que brindan el servicio a las personas con discapacidad.
Doña Soledad Cárdenas, de 61 años de edad, es una persona con discapacidad, a la que muchas veces ignoran algunos taxistas cuando ella les hace parada.
Asegura que es difícil conseguir un taxi que tenga la paciencia de esperar a que ella se suba al vehículo, ya que no lo puede hacer de manera rápida y tampoco caminar largas distancias.
A los 8 meses de nacida ella se enfermó de poliomielitis y eso le dejó grandes secuelas, por lo que no puede caminar bien, para trasladarse de un lugar a otro debe de usar dos bastones.
“Yo vivo en Ricardo Morales Avilés, de ahí buscó taxi para venir al Central, pero cuando le hago seña a los carros algunos más bien aceleran más y pasan de paso”, lamentó.
“Los taxistas deberían de ser más comprensivos con la situación de las personas con discapacidad, porque hay algunos que son bien odiosos, pero hay otros que son conscientes”, expresó la ciudadana.
Otro problema es que algunos taxistas le cobran entre 20 y 18 córdobas, siendo que la tarifa que deben de pagar las personas con discapacidad es de 12 córdobas según la Ordenanza Municipal 47 -22, que entró en vigencia el pasado 01 de junio del presente año.
Carlos Mairena, encargado del área de personas con discapacidad de la alcaldía de Bluefields, recomendó a ese sector de la población a denunciar ante la Dirección de Transporte de la alcaldía a los taxistas que les cobran más de lo establecido en la Ordenanza Municipal, puesto que la tarifa de los 12 córdobas para las personas con discapacidad se debe de cumplir y respetar.
Esta no es la primera vez que personas con discapacidad y sus familiares se quejan por el rechazo de la mayoría de los conductores, quienes comúnmente les gusta recorrer solamente en el centro de la ciudad.
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