Cuando todo parecía perdido, ella encontró esperanza en una paca de trastes

Salvadora Natividad Reyes Sevilla, de 61 años, es una mujer emprendedora del barrio Central de Bluefields. Su vida es testimonio de cómo la perseverancia puede abrir nuevos caminos, incluso en los momentos más difíciles.

Durante muchos años fue dueña de una joyería llamada “Reyes”, negocio que perdió tras enfermar gravemente. Estuvo en cama por largo tiempo, sin fuerzas ni recursos para empezar de nuevo. Pero la vida le presentó una oportunidad inesperada: conoció el comercio de pacas de utensilios de cocina usados.

“Yo empecé con una paca de trastes. La gente no los veía bonitos, pero pensé que si los lavaba y mejoraba, podrían cambiar de aspecto. Así fue. Empecé a lavarlos y se veían diferentes, más atractivos. La gente comenzó a comprarlos, y con lo que gané, compré otra paca… y luego otra”, relata con orgullo.

Hoy, su pequeño negocio ha crecido. Ya no solo vende trastes, sino también ropa, juguetes, mochilas, bolsos y más. Todos los días, desde las ocho de la mañana, abre su puesto para exhibir su mercancía al público.

A pesar de sus enfermedades, que requieren medicamentos constantes, Salvadora encuentra en su negocio un motivo para levantarse cada día. “Dios me da la fortaleza. Siempre me pone personas buenas en el camino, que me dan ideas o me ayudan con lo que pueden”, comenta emocionada.

Actualmente apoya a dos de sus nietos con los ingresos del negocio. Su hija, aunque tiene otro empleo, le colabora cuando puede. A Salvadora le motiva seguir creciendo y dejar un ejemplo a los jóvenes.

“Muchos dicen que no hay trabajo, pero sí lo hay. Uno puede empezar vendiendo helado, fresco, lo que sea. El trabajo no es vergüenza, es un orgullo. A los jóvenes les digo que aprovechen su tiempo, su energía, sus talentos. Porque cuando uno ya está viejo, ya no puede hacer lo mismo.”

Cada día, Salvadora atiende su tramo comercial ubicado en el barrio Central de Bluefields, detrás del gimnasio del Colegio San José, frente al antiguo local conocido como “el China Nica”. Su historia es un llamado a la esperanza y a la acción.

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