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Falta de oportunidades en Nicaragua fue fue la causa para que joven madre emigrara a los Estados Unidos

Recientemente conversamos con una madre de familia que prefirió el anonimato, por miedo a represalias hacia su familia, ella asegura que se enfrentó a una decisión difícil, debido a la situación a la falta de empleo y la crisis sociopolítica que vive Nicaragua, misma que la obligo a enrumbar al riesgoso camino a lo que ella considero la vía hacia las oportunidades, “voy a ir a buscar una mejor forma de vida, me duele dejar mi país, me duele dejar a mi familia pero me siento obligada porque me encuentro en medio de una situación económicamente difícil, Yo tengo un negocios y las ventas están por el suelo.

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Estudie una carrera profesional, pero no me ha servido de nada, o sea un título universitario en Nicaragua no garantiza un trabajo. Mi hoja de vida está por todos lados y nunca me llamaron, no hay oportunidades, por eso me voy, mis hijos merecen una vida mejor”, dijo entre lágrimas esta madre de familia.

Aunque no hay estadísticas exactas, muchos hablan de un número creciente de costeños que se han abandonado el país, unos legales, pero en su mayoría de forma ilegal, por la falta de esperanza en Nicaragua. Mientras tanto, quedan otros que confían que obtener una educación puede ser un camino seguro para un trabajo digno, otros que sobreviven del negocio informal o de un trabajo “estable”, “hace algunos años había movimiento en las ventas, pero los negocios principalmente informales han colapsado aquí no se puede encontrar trabajo, hasta un aval político te piden, cortando todos tus derechos y esfuerzos.

Recuerdo que adquirí un terreno para construir una casa, me cobraron mil doscientos dólares y me lo quitaron porque decían que yo era autoconvocada. Otra experiencia que vive es cuando apuntaron a mi hija para recibir útiles escolares, no le dieron porque decían que yo no pertenecía a su partido, entonces me di cuenta que con este gobierno, uno no tiene derecho a nada”, explica la mujer anónima.

Hasta ahora esta joven madre se encuentra de camino, en medio del peligroso viaje para lograr el sueño americano, “tengo el corazón en la mano, no me quiero ir, pero no tengo de otra, primero Dios deseo que me valla bien y en un futuro poder volver a ver a mis hijos.

Muchas personas no recomiendan estos viajes, salir a un lugar desconocido donde te puedes encontrar de todo, incluso la muerte, pero voy a tomar el riesgo confió que valdrá la pena. Nadie quiere dejar su tierra, pero no tengo de otra. No sé cuánto tendré que pagar, solo sé que me voy, si llego pediré asilo porque prácticamente voy huyendo de mi país, insisto en nombre de Dios que me valla bien”, detalló.

Aunque las autoridades no han hecho público la situación exacta de los migrantes nicaragüenses, esta madre de familia hace un llamado al gobierno para que generen empleos dignos sin atropellar los derechos individuales y colectivos, “animo a las autoridades que hagan algo para que las familias nicaragüenses tengan un empleo que merezcan.

A las familias de mi país, les digo que sean fuertes, Dios tarda, pero no olvida vamos a salir adelante siempre de pie y confiemos que algún día vamos a ver ese cambio que tanto añoramos todos”, finalizó diciendo la desesperada madre.