Donald Heberth, abogado y politólogo costeño asegura que la iglesia católica tiene poder de incidencia en el país y eso representa una amenaza ante el régimen.
Los últimos acontecimientos alrededor de la iglesia católica, la persecución y hostigamiento que vive esta institución, el encarcelamiento de sacerdotes, el cierre de medios católicos ha generado rechazo en todos los sectores de la población, no obstante, muchos por temor prefieren callar.
En Bluefields, autoridades religiosas de la iglesia católica han mantenido un silencio prudente para evitar confrontaciones con el régimen, “debe haber una salida, un diálogo pero fraterno entre las partes y con sinceridad pero esto no existe a la hora de la práctica, cuestiona el politólogo costeño Donald Heberth, hay silencio hay temor no hay condiciones de seguridad, estamos como población con los brazos cruzados” mencionó.
Para este analista la iglesia tanto católica como evangélica tienen un alto nivel de incidencia pues la población que los sigue, les escucha.
Un país cristiano
“Las autoridades religiosas nos representan por los principios y valores cristianos que tiene la sociedad, y la iglesia como tal, tiene una gran representación porque en Nicaragua somos mayoritariamente católicos o evangélicos y lo vemos porque la gente sigue creyendo en la iglesia y en sus pastores”, expresa Heberth.
En la ciudad caribeña la población católica y evangélica es amplia, hay participación en sus actividades y siguen con interés lo que pasa con sus principales autoridades y representantes, es por ello, que los últimos hechos mantienen un descontento y rechazo generalizado.
Hay temor pero la gente lo sabe
“Todo el mundo está viendo lo que está pasando y lo que los medios de comunicación informan, como es el caso de monseñor Álvarez, pero nadie se quiere meter a problemas, todos tenemos temor aquí”, enfatizó el politólogo caribeño.
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¿Qué persigue el régimen?
Es una de las interrogantes más comunes en ciudadanos que prefieren el anonimato como medida de protección por no poder expresar su opinión libremente ante los hechos registrados en contra de la iglesia católica.
“Yo no logro entender qué persigue el régimen con la persecución y atropellos a miembros religiosos, no veo una salida y al final se vive con inseguridad en Nicaragua”, lamenta una feligrés que se encontraba en la catedral Nuestra Señora del Rosario.
“Acá lo que nos queda es orar y eso es lo que estamos haciendo a diario. Dios es nuestra salvación y a Él confiamos el futuro de nuestra patria tan sufrida”, dice otra ciudadana que reza el Rosario de la Misericordia a las 3.00 p.m.
En Bluefields la falta de recursos económicos provocó el cierre de la radio católica de la zona y las misas se realizan con poca frecuencia.
La Diócesis de Bluefields expresó en un comunicado su preocupación ante la situación que se está viviendo con la hermana Diócesis de Matagalpa ,en éste manifiestan sus oraciones y exhortan a la vez a no desfallecer y a seguir pidiendo por la protección de los que ahora son atacados por el sistema de gobierno en el país.
