El 2023 fue un año duro para la Iglesia Católica en Nicaragua

Obispos en la cárcel, otros desterrados, bienes robados, exilio forzado, agresiones y vigilancia policial es el pan de cada día para la iglesia departe del régimen.

El régimen de Daniel Ortega ha detenido a 12 religiosos en los últimos tres días. Llaman a conferencias episcopales del mundo a pronunciarse.

La policía sandinista detuvo la madrugada del sábado a cuatro sacerdotes más, para sumar 12 en los últimos tres días, según reportes de abogados defensores de derechos humanos y autoridades religiosas.

Los sacerdotes detenidos en las últimas 24 horas son: Miguel Mántica; Mykel Monterrey; Gerardo Rodríguez y Raúl Zamora, este último es un icónico sacerdote conocido por haber protegido a estudiantes manifestantes en la iglesia Divina Misericordia, en Managua, cuando huían de la represión del régimen durante las protestas del año 2018.

En los últimos días han sido detenidos en Nicaragua 12 sacerdotes y el obispo Isidro Mora, que junto al obispo Rolando Álvarez -condenado a 26 años de cárcel- son los miembros de más alto rango de la iglesia, detenidos en el país centroamericano, donde el presidente Daniel Ortega gobierna desde 2007 y que ha entrado en confrontaciones directas con la Iglesia católica.

El gobierno nicaragüense no se ha pronunciado por las detenciones de los sacerdotes. Tampoco la Policía Nacional dirigida por Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega, y quien se encuentra sancionado por Estados Unidos por violación a los derechos humanos.

Ortega acusa a los sacerdotes de prestarse para darle un golpe de Estado en 2018 cuando estallaron las protestas callejeras que el gobierno reprimió y dejó un saldo de 360 fallecidos, la mayoría opositores, víctimas de la policía y civiles armados leales al Gobierno, según organismos internacionales de derechos humanos.

Los obispos pidieron a Ortega justicia por los fallecidos y elecciones adelantadas.

Monseñor Rolando Álvarez se ha convertido en un símbolo de resistencia del pueblo nicaragüense contra la tiranía de Ortega y sus secuaces. Pese a que el régimen lo obligo al destierro, Monseñor se opuso pese a la represión en las cárceles de la dictadura.

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